martes, 12 de enero de 2021

¿De qué color es el Sol?

 


Hace unos días en una ronda de preguntas sobre astronomía en mi cuenta de Instagram hice esta pregunta, un poco a propósito. Mucha gente contestó que el Sol es amarillo, otros que es blanco y algunos que depende de la hora del día 😶

Parece una pregunta muy sencilla, entonces, ¿por qué esta confusión?

Nosotros vemos el Sol amarillo desde nuestro planeta porque su luz atraviesa la atmósfera y la filtra de cierta forma, sin embargo desde el espacio se ve blanco. Por otro lado el Sol está clasificado como una enana amarilla, así que debería ser amarillo, ¿no?

Entonces, ¿en qué quedamos?

La luz que emite el Sol

Créditos imagen: NASA

Como vemos en esta foto del astronauta, que por cierto se llama Suni Williams, en el espacio el Sol se ve blanco. La luz blanca del Sol es el resultado de la suma de las luces de todos los colores, algo parecido a cuando éramos pequeños y mezclábamos todos los colores de las témperas con la ilusión de conseguir una pintura llena de colorines, pero lo único que salía de esa mezcla era un color marrón horroroso. Pues el Sol hace algo parecido, solo que en vez de hacerlo con témperas lo hace con luz, emite todas las frecuencias -o también, todos los colores posibles- así que al estar todas mezcladas el resultado que vemos es el blanco.

Aquí hay que destacar que no solo estamos hablando de la luz del espectro visible. El Sol también emite luz infrarroja, rayos X, radiación de microondas, etc. Emite todo el espectro electromagnético -excepto la radiación gamma, que no la emite per se- aunque nosotros solo podamos ver una fracción de todas ellas. Un ejemplo muy común es la radiación ultravioleta, de la que nos tenemos que proteger cuando vamos a la playa, aunque no podemos verla. 


Luz que vemos desde la Tierra

Foto sacada por mí en la que se puede apreciar un poco el tono amarillo del sol (aunque en realidad no hace falta una foto para saberlo)


Cuando la luz procedente del Sol llega por fin a la Tierra se encuentra con la atmósfera, compuesta por diversos gases que interactúan con ella.

La luz puede verse alterada de varias formas:

Reflejada: como cuando te miras en un espejo.

Refractada: como en un prisma o la lluvia que provoca los arcoíris.

Dispersada: en el caso de las moléculas de los gases que tiene la atmósfera.

Los gases de la atmósfera dispersan la luz del sol y la luz que tiene menor longitud de onda (azules y violetas) va a ser más dispersada que la que tiene mayor longitud de onda (naranjas, rojos y amarillos) y se va a dispersar en todas las direcciones, haciendo que veamos el cielo de color azul. Cuando el sol se va a poner su luz tiene que atravesar mayor cantidad de atmósfera para llegar a nuestros ojos y es mucho más dispersada por la atmósfera, llegando hasta nosotros aun menos cantidad de luz azul y por eso vemos más anaranjado y rojizo el cielo y el sol.

Y hablando de esto, ¿alguna vez te ha pasado que al ver una puesta de sol (especialmente fácil de ver en el mar) justo en el último momento en el que el sol se pone por el horizonte se ve una luz verde? Este es un fenómeno muy interesante, llamado rayo verde, y se explica de igual forma, es la luz que llega del sol siendo filtrada en ese momento por la atmósfera y llegando a nuestros ojos el color verde. Aquí debajo dejo una imagen para ayudar un poco a visualizar toda esta información:




Y si en la Tierra vemos el sol y el cielo así, en otros planetas lo veríamos diferente, según el tipo de gases que formen su atmósfera. Por ejemplo, en Marte, que es el planeta que mejor conocemos todos después del nuestro, el cielo se ve rojizo y los atardeceres azulados, porque al ser en su mayor parte dióxido de carbono este gas va a dispersar de forma diferente la luz que le llega del Sol.

En el caso de Venus, tiene una atmósfera muy densa con mucho dióxido de carbono, y es tan densa que el sol apenas se puede percibir a través de ella, tiene nubes compuestas por ácido sulfúrico y el cielo se ve de un tono amarillento o anaranjado.

Los planetas gigantes gaseosos es más difícil de saber porque presentan muchísimo gas y hay varias capas de diferentes concentraciones y composiciones de gases, no se podría establecer cómo se comporta la luz en el gas de una forma general, pero sí que debería ser muy interesante poder verlo desde ahí (sin morir, se entiende).

El Sol, una enana amarilla

Ahora bien, según la clasificación de las estrellas puede haber algunas cosas que nos pueden llevar a confusión. Vamos a hablar del famoso diagrama de Hertzsprung-Russell, que sirve para clasificar estrellas. Echa un vistazo a la imagen del diagrama y a continuación vamos a traducirlo un poco.


Créditos de imagen: Richard Powell - The Hertzsprung Russell Diagram, CC BY-SA 2.5, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1736396

Parte superior: Esas letras (O, B, A, F, G, K, M) indican la temperatura y el color de la estrella. La O sería las estrellas más calientes y azuladas y la M las estrellas más frías y rojizas. El Sol estaría clasificado como G.

Parte derecha: la magnitud absoluta de la estrella. Un poco más difícil de explicar, es la magnitud aparente (o sea, un número que pretende indicar la magnitud de su brillo percibido por un observador) que tendría la estrella si se encontrara a una distancia de 10 pársecs y sin ningún tipo de elemento que absorba esa luz. La magnitud absoluta del Sol es +/-4.83.

En la parte inferior y la izquierda tendríamos el color y la luminosidad respectivamente, que ya indica que la luminosidad del Sol sería de 1 y el color al ser de tipo G podría variar entre blanco y amarillo. En el caso del Sol estaría clasificado su color como blanco, pero la estrella en sí está clasificada como enana tipo G o enana amarilla.

Entonces, si el Sol es de color blanco, ¿por qué está clasificado como una enana amarilla?

La respuesta a esta pregunta es por evitar confusiones. Lo cual está muy bien, porque llamar enana amarilla a una estrella blanca no es para nada confuso. Pero bueno, también Felipe I de Castilla pasó a la historia como "Felipe el Hermoso" y bueno...


Pero el caso es que ya existen las denominadas enanas blancas y es el estado que alcanzan algunas estrellas al final de su vida, como le va a ocurrir al Sol algún día, así que se tomó esa "práctica" decisión.  

Hay más clasificaciones en cuanto al color de las estrellas en la secuencia principal, por ejemplo también existen las enanas rojas, las cuales son muy abundantes en nuestra galaxia, y se hipotetiza la existencia de enanas azules, que sería como la siguiente etapa de una estrella enana roja una vez gaste su combustible, y enanas marrones, que son un estado intermedio entre estrellas y planetas de al menos una masa de 13 veces la de Júpiter, estrellas que no consiguieron suficiente masa para realizar la fusión nuclear.


 

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