domingo, 3 de junio de 2018

¿Por qué se lanzan los mosquitos contra nuestros parabrisas?


Aquellos que en algún momento hayamos hecho un viaje largo por autopista, nos habremos fijado que, por alguna causa desconocida, los mosquitos (y otros insectos) tienden a espachurrarse contra nuestro parabrisas.

Si no le damos más vueltas al tema, asumimos que los mosquitos tienden a vivir en nubes encima de las autopistas con el único propósito de que los arroye un coche. Sin embargo, la realidad es mucho más intrincada. En esta entrada vamos a responder a la siguiente pregunta


¿Por qué los mosquitos insisten en lanzarse contra mi parabrisas?



Algunos insectos, como los mosquitos, pueden percibir la polarización del campo eléctrico a su alrededor. Esto significa, grosso modo, para el lector menos familiarizado con el argot físico; que pueden ver en cuantas direcciones oscila el campo eléctrico.
Esto pudiese parecer, si no profundizamos más, que tiene que ver con la muerte de los mosquitos lo mismo que tiene que ver el tocino con la velocidad, pero vamos a ahondar un poco más y comprobaremos que está intensamente relacionado.

La luz es una onda electromagnética (como hemos visto en esta entrada de nuestro blog). La luz que proviene del Sol, también llamada luz natural, es luz sin polarizar. Esto significa que no oscila en ninguna dirección privilegiada. Sin embargo, cuando incide sobre una superficie reflectante pasa algo muy curioso: la luz sale polarizada, oscilando solamente paralela a la superficie. Esto solo ocurre para un determinado ángulo, llamado Ángulo de Brewsterpero a efectos prácticos podemos considerar que, para cualquier ángulo, se polariza el campo parcialmente y que los mosquitos pueden percibirlo.

Si el lector sabe de fotografía, estará cansado de ver este efecto, ya que cuando se le saca una foto con un polarizador (que básicamente consiste en poner una serie de rendijas en una dirección definida) a la superficie reflectante por antonomasia de la naturaleza, el agua, obtenemos un efecto precioso, eliminándose los reflejos; ya que, al estar las rendijas del polarizador perpendiculares a la dirección del campo, no captamos la luz que está polarizada en esta dirección.

Foto con polarizador (Izquierda) Foto sin polarizador (Derecha).

Vemos que se ha eliminado la luz reflejada (o reflejos) con el uso de un polarizador.

Disponiendo de toda esta información, la respuesta a la pregunta está delante de nuestras narices: el mosquito ha evolucionado para identificar que, si percibe luz polarizada, es agua. Cuando percibe la luz polarizada proveniente del parabrisas de nuestro coche, el sediento mosquito piensa que es un charco de refrescante agua que, por algún motivo, se desplaza a 120 km/h pero que, sin ninguna duda, le servirá para aplacar su sed.


Si eres un mosquito y estás leyendo ahora mismo esta entrada del blog, recuerda este consejo que te ofrecemos los amigos de Peladillo Cuántico:

"No es agua todo lo que reluce"

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